viernes, 11 de noviembre de 2011

Belcho, notas de mujer

Y en lo que llevo escrito de este compendio imposible, no se me ha ocurrido aún hablar de las estrellas. Aquella noche pertenecía a un julio que se marchitaba desesperadamente. El negro lloraba perlitas fusiformes, y no era posible llevar la cuenta de tantas lágrimas perdidas, concebidas lejos en el tiempo, que  conmovían el corazón cuando no eran ya más que espectros de un deseo muerto.

De vez en cuando rasgaban aquella belleza celeste suspiros fugaces, fulgurantes lanzas apuñalando el espacio por momentos.

Barlaam tanteó,  primero con cuidado, la comodidad térmica del río, y terminó por sumarse a su baile eterno. Me volvió anciana el sonido manso del agua, y decidí quedarme así, vieja, arrugada por el tiempo que aún no había pasado.

Las horas apenas se sentían transcurrir mientras Barlaam iba saliendo del agua y, tras sacudirse violentamente, se tumbaba a mi lado. Decidí no moverme hasta que amaneciese y el sol osara violar la soledad más hermosa. Vería la mañana desde allí, con el río, el pequeño sendero y los viejos robles como testigos, con el rigor pétreo del molino auscultándome.

Poco a poco, recostada contra una pequeña valla de madera, no sé como me fui adormeciendo. Se encendía el sol cuando de nuevo la caricia viscosa de Barlam me obligó soportar otro cielo raso conmigo misma. Una neblina tenue lo cubría todo, y las siete de la mañana atronaban desde el campanario. A penas un cuarto de hora para regresar.

La cama revuelta, vacía de insomnios, y el mundo durmiente a punto de iniciar su bullicioso murmullo.

Lo mejor de los días se limitaba a verlos nacer, y quizás también a  verlos morir, agonizar lentamente tras las leves pendientes que rodeaban la aldea. De todas  formas era domingo, y ¿qué se puede esperar de los domingos?

Y por cierto, aún no me he presentado. Soy una mujer cualquiera, una del montón, un alma mediocre por mucho que me duela.

Nadie se ha levantado aún, así que me dirijo sigilosamente hacia mi habitación. Seguiré durmiendo, con Barlaam a mi lado, con su aliento húmedo calmándome las ansias.

¿Ya he dicho que soy una mujer? Pues Barlaam es un perro, pero no es un perro cualquiera. Si pudieras verle los ojos desde esta página, adivinarías que es sabio… mucho más que yo, que mal que me pese, me obnubilo tozudamente si me haces una pregunta que me ponga a prueba. Se me nubla la mente y los escasos conocimientos que pueda albergar se agazapan tras la inseguridad. Y como no sé qué leches es la esteatopigia, porque nunca he conocido a un hotentote, creo que ya no sé nada, y se me olvida que la esteatorrea es la eliminación de grasa por las heces... tampoco es que me interese demasiado eso que llaman cultura... si total, de todas las palabras del mundo ninguna ha sido inventada para dar la felicidad.

¿Soy una mujer? Pues la verdad, no me veo yo muy distinta a esas piedras que en el río se convierten en cantos merced a la corriente, y que no osan salir de su meandro al siguiente por miedo a deshacerse en arenisca.

Lo mejor del sol, el brillo de la luna; ni contigo ni sin ti; agárrate fuerte a mí María que las niñas ya no saben ser princesas, y qué hace la zarzamora llora que llora por los rincones. No miento si digo la verdad, si lo primero que quise fue marcharme bien lejos, cuando solo quedábamos los niños, guantes de Rita Hyvort, y calles de Nueva York… No hay mejor lugar que las nubes de tu pelo para revolver las drogas con los versos… así que hoy me quedo en casa, lo de fuera no me interesa, ya saldré a dar una vuelta otro día que no llueva.

Soy una mujer, me parieron en julio, y me moriré en octubre. Mis manos ya han empezado a enfriarse.

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Hoy es  otra noche de otro día, tengo sueño. Tengo nocturnidad en las venas y pestañas en la boca.  Sobriedad y aliento femenino, me gusta escribir sinsentidos, escribir lo que no entiendo por verdadero, por falso, por creación de la Luna, inspiración de insolaciones al mediodía, cantos de gallina, zorros y vacas, en un gran desconcierto, en mi garganta edematosa, mis uréteres equimóticos y los aneurismas de Nirvana. En caminos de revueltas, en historias de pasados. Son los renglones obscenos de tinta transparente los que no me dejan entender.

Lunas negras, soles verdes, caminos cerrados, puertas entreabiertas.

Me asomo a la verdad, desde el abismo mentiroso de las miradas.

Tengo hambre, saciedad inoportuna que haces de mi esqueleto puré de patatas.

No amo con amor, no odio con odio, siento la brisa del mar, en los otoños del Everest.

Sonríeme vida que en la esquina te espero
Alguien que susurra y suspira
Alguien que sabe
Te sabe,
Y se desconoce.

Mírame vida que desde la esquina te observo.
Alguien que llora,
Alguien que llama,
Te llama,
Más jamás habla.

Mátame vida que en la esquina me muero,
Alguien que gana,
Te gana
Más siempre pierde.

Guíame vida, que estoy perdida,
Por los senderos de la muerte,
Se borran las sonrisas.

Luchan con espadas de viento,
Caballeros de blanco
Y caballeros de negro
Luchan con espadas de fuego.



Ve aquel firmamento, ocultando el mío,
El frío de la niebla me viste,
Y te aguardo. En la esquina.

Pecados no cometidos,
Recuerdos ya olvidados
Tengo ganas de ti.

Sonríeme vida que en la  esquina te espero
Mírame vida que desde la esquina te observo.
Mátame vida que en la esquina me muero
Guíame vida, que en la muerte me pierdo.


lunes, 31 de octubre de 2011

LLUVIA



Tengo especial predilección por los días de lluvia. Por los meses de lluvia en realidad.

Me gusta ver reflejo de las luces en las calles mojadas mientras escucho la música de las tormentas. Sentir la humedad sobre el rostro y ese olor a otoño que lo inunda todo.

Me gustan las ganas de llegar a casa que generan los días de lluvia porque los hogares son más hogares cuando fuera llueve...

Y me gusta, sobre todo, vivir en una ciudad con soportales que hacen de la lluvia un arte...



viernes, 28 de octubre de 2011

Vanidad

Por no ser menos me he quedado corta...
Dudando palabras he rasgado versos
me he ahogado en todos los besos
que me dan la razón en la derrota.

Por no sobrepasarme, ya no aviso
ni me detengo ante las consecuencias
sé que lo que hago lo deshago
aniquilada por el dolor de las fiestas.

Los hoteles de las canciones
no guardan secretos en las habitaciones,
las luces de neón de la ciudad
alumbran la sombra de la suciedad.

Los gatos sonámbulos, en celo
el viejo del banco, resignado
la señora de blanco, al otro lado
y las niñas del parque...subiéndose el vestido.

Año nuevo…

Baja el tiempo desde los relojes,
sube el estruendo de los coches
mientras se suceden en los escaparates
mentiras esquivas, muecas, derroches.

Confundida
he nacido por error
y a las respuestas que busco
no les he encontrado aún
las preguntas que hago.

Temblorosa, arrepentida,
saltándome el semáforo en rojo,
con las piernas cruzadas,
tomándome la medida,
mirándote de reojo,
ayer he pensado en huir
lo malo... es que ya no escojo
cuando borrarme de aquí.

Todo es tan frívolo,
el movimiento tan falso
el impulso tan tenue...
Todo es tan opaco
en la ciudad
que no es de viento
que no es de cristal
que se burla del tiempo
¡¡Mándala al infierno!!

Todo es blanco y es oscuro...
no me decido a decir que no;
no me atrevo a decir que sí.

Porque hoy es uno de esos días
inventados por los policías
de la alegría
que multan a la esperanza
aparcada en doble fila.

Y desde el cristal
de la habitación de hotel
sigue el humo
sigue el viejo en el banco
siguen las niñas en el parque
sigue la mujer de blanco
reafirma sus burlas el almanaque.

Y yo, siempre yo
a ningún lado voy
que no esté yo
igual que siempre
como nunca
según la hora,
equivocándome
incapaz de aprender.
Y yo, siempre yo
no me libro de mí
me acompaño
sin querer ¿cuando lo elegí?

jueves, 27 de octubre de 2011

TE ODIO

Te odio. Te odio durante unos 6 dias a la semana , una media de 500 horas al mes.Te odio, te odio, te odio...Te odio mas que a los examenes tipo test, que a las parejas empalagosas, que al que siempre me jode la peli en el cine porque ya le han contado el final.Te odio, y quedo contigo para decirtelo, para escupirte a la cara, para gritartelo al oido y perforarte el tímpano ( esa idea me hace reir).
Y tu apareces a lo lejos, con tu cara de bobo, concentrado en tus cosas, ajeno a todo mi odio...y decido prolongar un poquito mas la agonía. Nos vamos a tomar una caña y yo no hablo, y te miro con los ojitos entrecerrados intentando concentrar en ellos toda mi rabia. Pero tú hablas y hablas,¡¡y haces caso omiso a mi mirada asesina !!. Y nos cierran el bar , y m invitas a una copa en tu casa , y yo disfruto pensando que esa es la oportunidad perfecta para cometer un crimen, el sitio perfecto para eliminarte , para arrancarte de una vez por todas de mi vida... Y nos tomamos la copa , y nos vamos a la cama y yo me siento un poco como una mantis religiosa deseando con impaciencia el último acto!!!!
Pero al terminar estoy tan cansada que se me olvida a que había venido y me pregunto que coño hará ese cuchillo jamonero debajo de la cama ... y me quedo un rato reflexionando..se me olvida algo, se me olvida algo, se me olvida algo ...¡¡Ah!!¡¡ Ya !!¡¡Asesinarte , claro!!! Pero tengo demasiado sueño, asi que apago la luz y te abrazo...Si eso, ya comenzaré a odiarte de nuevo mañana...

VEINTE AÑOS DESPUÉS


Eso es, otra vez. Aquí estoy, veinte años después.

Me miro al espejo, y me arreglo el pelo
evito con carmín los asuntos pendientes.
De espaldas a otro día, se desploma el cielo
tú, agárrate a la mueca del último te quiero
cansados, casados, viejos y extraños, recelosos,
a pesar de mi, a pesar de ti, desnudos o vestidos
aún contamos dos, el uno y el otro reañadidos,
ciertos o falsos, ni enamorados ni diferentes
llenando de periódicos viejos el maletero
ocultando el aburrimiento entre los dientes.

Como todos: recuerdos, bolsas de supermercado en el trastero,
dos cepillos de dientes, dentífrico anticaries, body-milk nuevo
papel higiénico perfumado, un champú anticaspa embustero
sopa tibia en la cocina, rutina, ruina en el ala de tu sombrero

                                                 Confiamos en la pasión y nos timó el destino
                                                 ahora ni siquiera mientes, dormido en el sillón
                                                 nos hemos acostumbrado a vivir sin un motivo
                                                 y el tiempo terminó por quitarnos la razón.
                                              
Ostracismo ¿Sonrío?

Abro la cortina, me asalta el frío…
la noche se reedita sin caricias
El invierno se llama ahora desafío
y en lugar de besos, nos damos noticias.

Música hortera sobre nuestro decorado ficticio
La culpa es mía, no he pagado las facturas.
La culpa es tuya, curas tu jaqueca a oscuras.
La culpa es de los dos, ¿no lo ves, cariño mío?

                                            ya no asaltamos los bordes de las aceras
                                            y hace mucho que no soy lo que esperas.

He nacido mirando del revés, siempre que quiero sonreír pierdo el interés
y me entrego de nuevo al juego de retroceder, caminando a traspiés.

                                           Con las paredes húmedas, grises y desconchadas
                                           en todas las repisas, floreros de rosas rechazadas
                                           en los corredores, sombras de damas olvidadas
                                           pintándose los labios, arreglándose los peinados
                                           vírgenes, rencorosas, encogidas: nadie las avisó
                                           de que algún día las arrugaría el tiempo que pasó.
                                         
                     
                    
                                           
El último toque, perfume de albaricoque.
Cierro las cortinas, antes miro a la luna
¡Qué poca fortuna, qué cara de amargura!
colgada, soportando siempre lo que toque.

Quito el freno, primera y arranco,
ruedas acariciando la entrepierna
de la carretera vestida de blanco.
Sigue siendo ella, la misma fulana
de vida desmedida, tacones de aguja,
medias de rejilla y pechos operados
que primero se alarga y luego se curva.
Y tú eres el amante que nunca tuvo,
la miro los ojos, me desafía obscena
esta noche repetida, por fin serás suyo


Me duermo
¿?

LAS 3 Y PUNTO


Escribo porque es otoño y está lloviendo...
Y porque a pesar de ser otoño y estar lloviendo,
y a pesar del viento y la humedad
las hojas secas lo tiñen todo de un color cálido y reconfortante.

Y son las 3 en punto de la tarde…

Las 3 Y PUNTO de la tarde